Aquel Viernes de marzo del 2020 cuando en Argentina se decretaron fuertes medidas contra la pandemia comenzó sin lugar a dudas una nueva etapa en la vida de nuestra asociación.

 

Solo Dios, nuestra creatividad, y la presencia de cientos que se sentían temerosos y tristes encerrados en sus hogares en distintos lugares del mundo posibilitaron diversas iniciativas.

 

Desde el primer momento comenzamos a celebrar la Misa diariamente para muchos amigos de diversas partes del mundo. Fuimos creciendo y la hicimos más participada con la lectura y los cantos provenientes de amigos de todo el mundo. Tuvimos que comprar un plan premium de la plataforma que usábamos porque frecuentemente superábamos los cien participantes.

 

La Semana Santa y la Pascua fueron una gran oportunidad de creer en la “comunión virtual” que Dios fue tejiendo. Nos hicimos compañía e hicimos llegar nuestras oraciones hacia todos los rincones del mundo. Seguramente Dios permitió estas iniciativas: misas, adoraciones, rosarios, y hasta responsos para que sintiésemos su presencia junto a nosotros en esos difíciles meses del 2020.

 

También marcó un antes y después en nuestra historia. Nos dimos cuenta del poder de la virtualidad para realizar nuestros eventos que facilitaban la participación de panelistas de todo el mundo, como al mismo tiempo la asistencia de un numero nunca pensado de oyentes interesados.

 

Así se fueron dando a partir 2021 y hasta fines del año que terminó muchos eventos que reemplazaron a los presenciales. Nos ocupamos con numerosos interesados en directo y luego desde nuestro Canal You Tube a cientos de participantes. Hubo en este tiempo eventos con cientos de participantes presenciales en el momento de la charla y con muchos más al ser ubicados en You Tube.

 

Nos ocupamos de la educación, de la economía, de las adicciones, del dialogo que nos hace hermanos como método de la política un poco olvidado, de los pobres, de los Medios de comunicación social y de su gran influencia en la construcción de puentes en nuestra sociedad.

 

Seguiremos, Dios mediante utilizando tantas cosas buenas que nos ha dejado la virtualidad sin descuidar la necesidad de la presencialidad en algunos eventos durante el año.

Así lo que pareció una terrible tragedia que debía aislarnos y concentrarnos sobre nosotros mismos se ha convertido en una oportunidad magnifica de contar con protagonistas expertos en los mas diversos temas y de alcanzar una cantidad de interesados que nunca hubiésemos imaginado.