DIVERSIDAD SEXUAL, VÍCTIMAS DE ABUSOS SEXUALES Y QUIENES SUFREN INJUSTICIA.

 

Durante el año 2022, hemos tenido la oportunidad de reunirnos virtual y presencialmente con expertos en acompañamiento de algunas de estas realidades particulares.

 

Comenzamos en septiembre acompañando pastoralmente a personas sexualmente diversas, muchas de ellas miembros de movimientos LGBTQI+. Pudimos contar con la presencia desde Nueva York del Padre James Martin SJ, que desde hace años trabaja con quienes sufren discriminación por su orientación sexual.

También estuvo presente la Hermana Mónica Astorga, quien compartió con nosotros su mensaje de acompañamiento e inclusión a la comunidad transexual. Este evento contó con cientos de participantes en directo y tiene unas mil visualizaciones en YouTube.

 

Si algo nos enseñó este evento es que esta “periferia existencial” no puede ni debe quedar fuera de nuestro incesante trabajo pastoral por estar cerca de quienes realmente más nos necesitan.

 

En octubre volvimos a dedicarnos a una realidad muchas veces “tabú” dentro de la Iglesia, como es la de las víctimas de abusos sexuales y el trabajo que se viene realizando en torno a ese tema.

 

Pudimos contar con la presencia de miembros de la Comisión Vaticana de Prevención, de uno de los obispos participantes en la Conferencia Episcopal Argentina e incluso de una víctima de abuso sexual de la república hermana de Chile, quien, gracias a Dios, por su gran fe, ayuda a la Iglesia a estar lo más cerca posible de quienes sufren este tremendo flagelo.

 

Este también resultó un evento con muchas consecuencias y nos dio la oportunidad de escuchar, consolar y acompañar a víctimas locales de este mal que ha hecho tanto daño. No cesaremos en nuestro intento de dar escucha, consuelo y probables canales de solución a las personas afectadas que se nos acercan.

 

 

Finalmente, y esta vez de modo presencial, a comienzos de enero pudimos acompañar a los padres de Fernando Báez Sosa, Silvino y Graciela, quienes en el juzgado de Dolores soportan el juicio oral por el asesinato de su hijo, víctima de agresiones brutales por parte de ocho rugbiers en la localidad argentina de Pinamar.

 

Este acompañamiento lo hicimos junto a representantes del Islam y del judaísmo, y nos convenció de lo importante que resulta el trabajo de consuelo y acompañamiento en la atención pastoral de la Iglesia.