A fines del año 2015, luego de un encuentro privado en el Vaticano, donde presentamos el proyecto y su respectivo estatuto, el Papa Francisco, a través de una nota personal, alentó, bendijo y acompañó esta pequeña iniciativa que, a decir del pontífice, podía brindar un gran servicio a la comunicación en Argentina.

Poco a poco nos fuimos dando cuenta de la importancia del objetivo que nos comprometía, pero, con una carta de diciembre del 2020 enviada por el Santo Padre a ex alumnos suyos del Colegio Inmaculada de Santa Fe, tomamos cabal conciencia de la relevancia del objetivo principal de nuestro rezar, acompañar, informar y formar.

Les decía Francisco a sus ex alumnos de décadas atrás: “Algunas cosas de la Argentina me preocupan”, al tiempo que lamentaba que en nuestro país “muchas veces no sepan lo que digo, sino lo que dicen que digo”.

Es un hecho comprobable que en Argentina se ha desatado una campaña que sistemáticamente tergiversa y confunde lo que el Papa hace y dice. Frente a esa realidad, entonces, nuestro trabajo, siguiendo la conocida canción de nuestra tierra, consiste en facilitar que “quien quiera oír que oiga”. Hay una verdad muy distinta a aquella transmitida a la inmensa mayoría de los argentinos que presenta al Papa de un modo completamente equivocado al que realmente (seguro con humanos errores) lo convierte para el resto del mundo en un líder espiritual de proporciones gigantescas.

Creemos que es ese el principal motivo por el cual el Papa no consideró ni considera oportuna una anhelada visita a nuestra tierra. Repetidas veces ha dicho que no quiere ser causa de división. A nuestro entender, nadie en el país puede creer que el Papa es el autor de la grieta, que alimenta una polarización que solo conviene a determinados grupos que son los mismos que han buscado atacarlo y tergiversarlo.

Por eso en Crónica Blanca supimos desde un inicio que nuestra principal misión, en conformidad con los fines de la asociación y los principios del papado de Francisco, eran REZAR Y ACOMPAÑAR, NO DEJANDO NUNCA DE INFORMAR LA VERDAD Y DE FORMAR EN LOS PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.